Desaparecen las clases energéticas A+, A++ y A+++ en la etiqueta energética y se vuelve a una escala de clasificación de la A a la G en función del consumo y eficiencia energética de los productos.
Estas nuevas etiquetas están disponibles en frigoríficos, congeladores, vinotecas, lavadoras, secadoras o lavavajillas entre otros. A pesar de que la eficiencia energética no cambia, el reescalado de la clasificación puede hacer que la letra de la etiqueta energética varíe.
Pero, ¿era realmente necesario este cambio en la etiqueta energética europea? Los beneficios y facilidad de uso que trae nos hacen pensar que este cambio va a mejor, y a pesar de que ya han empezado a instalarse estas etiquetas en distintos productos, las incorporaremos definitivamente en el 2022. Descubre qué tiene de especial la nueva etiqueta energética europea.
La nueva etiqueta energética europea
Desde 1992 la etiqueta energética es una herramienta que permite a los consumidores entender y comparar la eficiencia de sus electrodomésticos. Esto nos permite tomar decisiones más sostenibles y económicas.
Sin embargo, para que sea una herramienta útil, tiene que ser simple y fácil de comprender para todos los usuarios que las usen. Esto es lo que pretende la nueva etiqueta energética. La nueva etiqueta estará revisada y actualizada desde el 2021: se ha aplicado en cuatro de ellos el 1 de marzo de 2021 mientras que la nueva etiqueta para las luces LED entrará en vigor el 1 de septiembre de 2021.
¿Cuáles son las características de la nueva etiqueta?
Esta nueva etiqueta energética mostrará el consumo eléctrico. Sin embargo, a diferencia de la anterior, también contendrá más información útil relacionada con la energía y el consumo de nuestros hogares.
Los principales elementos de la nueva etiqueta:
- Código QR: se añade un código QR para que los consumidores puedan obtener más información sobre el producto que se hayan comprado. Pueden acceder a datos específicos de cada modelo dentro de una base de datos denominada EPREL (European Product Database for Energy Labelling). Simplemente tienen que escanearlo con su teléfono inteligente.
- Consumo energético: específico para cada producto. Los frigoríficos incluirán su consumo anual; los lavavajillas, lavadoras y secadoras informarán del consumo de 100 ciclos; el consumo de monitores y bombillas se refiere a sus horas de uso, concretamente 1.000 horas.
- Nueva escala energética: de A a G, sin más clases ‘+’. La A clasifica a los productos de menor consumo y mayor eficiencia energética, mientras que la G son aquellos de mayor consumo.
- Pictogramas: que indican el rendimiento y las características de los productos electrodomésticos. Esto varía según el dispositivo, el número y el tipo de pictogramas.
- El resultado de este reescalado de las clases, ya que los electrodomésticos más eficientes (que antes pertenecían a la clase A+++), ahora quedan asignados como mucho a la clase B. Con esta implementación en la nueva etiqueta energética se pretende dejar un espacio de mejora a la eficiencia energética de los nuevos productos. Esto significa que la clase A, la más eficiente, quedará inicialmente desierta.
- Dependiendo del electrodoméstico, las nuevas etiquetas energéticas también aportarán datos sobre el agua utilizada en cada ciclo de lavado, la capacidad de almacenamiento o el ruido que generan, entre otros.
Interpretar la nueva etiqueta energética no va a ser difícil
Además del cambio en la letra de esta etiqueta europea, la nueva normativa modificará el método de cálculo. Esto quiere decir que no habrá una correspondencia directa entre las etiquetas antiguas y las nuevas.
En un principio nos puede resultar raro ver como algunos de los modelos que antes contaban con una clasificación de A+++ pasan ahora a una clasificación de B. Sin embargo, no tenemos que preocuparnos, ya que leer la nueva etiqueta no es complicado.
Al haber menos clases, queda menos confuso que con la etiqueta de la Directiva Europea 2010/30, es decir, la antigua. A medida que la eficiencia de las lavadoras aumentaba, se tuvo que introducir la clase A+, después la A++ y posteriormente la A+++. Esto es superpoblado en las franjas superiores.
Los nuevos pictogramas destacarán las características del programa «Eco 40-60»: capacidad de carga (kg); duración en minutos; consumo de agua, litros/ciclo; clase de eficiencia centrifugado (escala A a G); ruido del centrifugado dB(A) y la clase de emisión de ruido (escala de A a D). Anteriormente, se destacaba el consumo de agua anual en 220 ciclos y no por programas.
Por último, si nada de esto fuera suficiente, con el recién incorporado código QR podremos escanearlo y acceder a más datos sobre el producto que anteriormente no disponíamos.
La importancia de la eficiencia energética
Para conseguir llegar a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 que ha planteado las Naciones Unidas, los países están llevando a cabo varias medidas como reciclar más, incentivar el ahorro energético con reducciones en la factura de la luz durante horas de menor tráfico e incentivar el uso de placas solares.
Y es que, una instalación fotovoltaica reduce las emisiones de carbono y supone una inversión a largo plazo que genera beneficios netos a sus propietarios. Los propietarios que mejoren su eficiencia energética pueden recibir una reducción del IRPF de hasta un 60%. Esto incita a más personas a apostar por las energías sostenibles.
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